Mitos y miedos del sexo oral

Los mitos sobre el sexo oral existen y existirán siempre. Sólo que su contenido cambia con el tiempo.

Con las nuevas generaciones surgen nuevas mentiras sobre el sexo oral. Antiguamente el sexo oral se consideraba “sucio e indecente”.

Otro mito muy difundido es que “los genitales son sucios”. Desde hace tiempo se conoce que la mayor parte de las bacterias residen en la boca humana. Y si uno no se molesta en tomar una ducha diariamente, tendrá sucias todas las partes de su cuerpo y no sólo los genitales.

Un estereotipo más relacionado con el anterior es que el sexo oral es algo contranatural.

Aunque muchas personas lo consideran una degeneración y conducta perversa, no tiene por qué serlo. Este tipo de ideas existen debido a que desde la infancia nos enseñan que los genitales son algo “sucio” y se asocian con la orina.

Otro mito es que “el sexo oral es humillante”. La idea es que los hombres quieren que la mujer les estimule el pene con la boca porque los hace sentirse dominantes, superiores, etc. Aunque a veces es cierto,  pero corresponde al menor porcentaje de hombres. La mayoría de ellos simplemente experimentan un gran placer por el que al contrario están muy agradecidos.

El mito popular entre los jóvenes de hoy día es que “a todos les gusta el sexo oral”. No es cierto, pues mientras que uno puede disfrutar del proceso, el otro a su vez puede odiarlo. En este caso es necesario buscar las causas, pues puede ser  que uno de los dos está haciendo algo mal.

A pesar de que los estereotipos sexuales existen en cualquier sociedad y en cualquier cultura cada pareja debería guiarse por sus propios gustos y preferencias para que su vida sexual sea realmente satisfactoria. Por lo tanto lo normal  en el sexo es toda actividad sexual que haga feliz y mantenga razonablemente equilibrada a una persona, siempre que no haga daño a otros.