Mito 1. La ninfomanía es una enfermedad psíquica

Es verdad. Hacer el sexo 20 veces al día no puede ser considerado como un estado normal si no tenemos en cuenta a las profesionales, por supuesto. Las causas pueden ser diferentes. Algunas enfermedades como, por ejemplo, la meningitis, la encefalitis, traumas del cerebro, tumor cerebral, la intoxicación del organismo, la hiperfunción de la capa fasciculada de la corteza suprarrenal, que la mujer ha sufrido anteriormente, pueden tener consecuencias como el trastorno del hipotálamo.

Mito 2. Las ninfómanas son unas adolescentes

Parcialmente es verdad. La ninfomanía empieza a desarrollarse desde una edad muy temprana y consigue su auge a los 14-16 años.

Mito 3. Las ninfómanas no alcanzan el orgasmo

Es verdad que a una ninfómana le es realmente difícil alcanzar el orgasmo, pero es posible. Para conseguirlo, la mujer está dispuestá a torturar a su pareja horas y horas con la esperanza de que la cantidad se convierta en calidad. Por desgracia, no es fácil encontrar hombres tan resistentes.

Mito 4. Te dejará sin dudarlo

Las ninfómanas necesitan diversidad, se sienten irresistiblemente atraídas por el cambio de pareja. Por más bueno que seas, la separación es inevitable.

Mito 5. Las ninfómanas son contagiosas

No deberías sorprenderte, ya que su estilo de vida lo supone.  El riesgo de contagiarse de una enfermedad venérea o algo más fuerte es enorme. Si a pesar de todo has decidido tener sexo con una ninfómana, usa condones.

Mito 6. Les gustan los penes grandes

Según lo mencionado anteriormente, una ninfómana tiene problemas con alcanzar el orgasmo. Por lo tanto de no haber recibido placer con un pene mediano, les parece que uno enorme podrá satisfacerlas.

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La ninfomanía se considera como un trastorno psicológico exclusivamente femenino caracterizado por una libido muy activa y una obsesión con el sexo. Es una de las manifestaciones de la hipersexualidad en las mujeres. Es una patología del deseo sexual. Las mujeres que sufren de este trastorno se caracterizan por un deseo casi incontrolable de tener contactos sexuales con diferentes personas sin prestar atención al aspecto físico, la edad e incluso a veces al sexo.

La ninfomanía se divide en los 4 tipos siguientes:

1. Congénita. El deseo sexual se manifiesta muy temprano y es casi incontrolable
2. Adquirida. En este caso la ninfomanía surge como consecuencia de alguna enfermedad. La puede provocar cualquier enfermedad mental, el estado depresivo o maniático, trastornos hormonales, las enfermedades femeninas.
3. Climatérica. Un deseo sexual hiperactivo en la edad avanzada durante la menopausia o después de la misma se lleva muy mal. La ninfomanía a esta edad tiene a menudo las mismas causas que la adquirida, por ejemplo puede ser indicio de trastornos mentales y problemas de salud.
4. Imaginaria. Este tipo de la ninfomanía la mujer se lo imagina para sí misma. Principalmente las razones de un comportamiento así no tienen carácter sexual. Puede surgir debido al complejo de inferioridad,  al deseo de sentirse atractiva para el sexo opuesto, a la autorrealización, etc.

Los síntomas de la ninfomanía se manifiestan en el comportamiento. El indicio principal es un deseo sexual irresistible y la promiscuidad en el momento de la elección de una pareja sexual. La intensificación del deseo sexual puede combinarse con el aumento de la capacidad para experimentar el orgasmo. O sea una mujer que sufre de ninfomanía es capaz de alcanzar varios orgasmos seguidos y mucho más prolongados. Pero al mismo tiempo no logra la “saciedad” sexual.

La ninfomanía es una carga no sólo para la mujer sino también para el hombre que está con ella. No es nada agradable sentir que no puedes satisfacer a tu pareja. Además una mujer ninfómana suele ser muy celosa e istérica.

Lo único que consuela en todo esto es que esta enfermedad no es muy frecuente. Según las estadísticas, en un caso por cada 2500 mujeres. Además, es posible superar este trastorno. Principalmente se trata con medicamentos que reducen el deseo sexual y también realizan el tratamiento terapéutico de la enfermedad que ha provocado este trastorno, eliminando las causas de la hipersexualidad.

Pero a pesar de las causas que han provocado la ninfomanía y el tipo de la misma, el médico debe prescribir una dieta que excluye todos los afrodisíacos del menú. Por ejemplo, una comida picante, los embutidos, los productos del mar, bebidas alcohólicas, chocolate. También puede ayudar la fisioterapia y, por supuesto, las citas con el psicólogo, especialista en el área de los trastornos sexuales.

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