“No tengas prisa en ponerte la etiqueta de “frígida”!

Los científicos afirman que sólo el 7 % de mujeres que jamás han experimentado un orgasmo son realmente frígidas. Es más, aún en las mujeres que constituyen el 7% la frigidez puede ser ocasional.

Vamos a examinar algunos casos de la presunta frigidez.

La frigidez retrasada les es propia a muchas jóvenes que han iniciado su vida sexual a una edad demasiado temprana y además con un hombre inexperto. La primera experiencia sexual (que en el 90% de los casos no acaba en orgasmo) puede grabarse en el inconsciente de las chicas jóvenes y sensibles. Y como resultado puede ocasionar problemas con el sexo en el futuro.

Para resolver este problema lo primero que hay que hacer es dejar de preocuparse. ¡Si el acto sexual no te da asco, si tienes un deseo sexual estable que simplemente no acaba en orgasmo, no te preocupes! Tu cuerpo está esperando al hombre que sabrá despertar tu sexualidad.

La frigidez sintomática o temporal suele ser consecuencia de las enfermedades femeninas. La mujer no recibe el placer debido a las infecciones o procesos inflamatorios en los órganos genitales. La causa de la frigidez temporal también puede ser la excesiva dilatación vaginal después del parto, los trastornos del sistema endocrino y problemas muy serios como los del cerebro o la médula espinal.

La falta de vitaminas y la fatiga también pueden provocar la frigidez temporal.

En el caso de la frigidez sintomática es mejor acudir al médico para encontrar y eliminar la causa del problema.

La frigidez psicogenética

Es una de las consecuencias de una educación errónea así como de duras impresiones durante la infancia.  Si te han inculcado que el sexo es algo sucio, indecente, siendo adulta te será difícil librarte de este estereotipo inconsciente. Para tratar este problema es necesario consultar a un especialista.

La frigidez  constitucional y genética.

Estos casos son casi imposibles de tratar. Aquí la frigidez está ocasionada por problemas genéticos. Sólo el especialista puede diagnosticar este tipo de trastorno.

¿Qué se puede hacer en este caso? Dar a luz, trabajar con pasión, viajar, o sea vivir una vida plena.

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1. Aumento de obligaciones

El aumento de la cantidad de asuntos pendientes, de las obligaciones y de la responsabilidad llevan a que con los años todo el tiempo libre lo ocupen la carrera, los niños, las tareas domésticas, la educación complementaria y las aficiones. Y el sexo queda en la última fila. Tanto el tiempo como casi toda la energía libre de la mujer se gasta en sus asuntos. No es sorprendente que con este ritmo de vida el deseo sexual disminuya.

2. Es estrés y la ansiedad

Un estrés permanente, la tensión y la ansiedad provocadas por unos planes estrictos, unas citas importantes, unas dificultades económicas afectan poco a poco a la salud y se reflejan directamente en la líbido. ¡El estrés es uno de los enemigos más fuertes del sexo sano!

3. Relaciones sexuales monótonas

Una vida sexual monótona con el tiempo se convierte en rutina y deja de excitar. El deseo de encontrar algo diferente es normal en este caso. Para no empeorar las cosas y no llegar a la separación es necesario aportar algo distinto en las relaciones sexuales. Por ejemplo, unos juegos de rol.

4. El descenso de producción de hormonas sexuales

El descenso de producción de hormonas sexuales reflejado después de la menopausia afecta bastante el interés hacia el sexo. Además, la sequedad vaginal en este período también puede reducir el apetito sexual.

5. Complejos

Los complejos femeninos, relacionados con las imperfecciones del cuerpo, la celulitis, pechos pequeños, etc. pueden causar la pérdida del deseo sexual debido a una baja autoestima y a la incomodidad a la hora de mostrarle los “defectos” a la pareja.

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