Quizás sobre ninguna parte del cuerpo se ha compuesto tantos mitos como sobre los genitales masculinos. Vamos a aclarar algunos de ellos.
Mito 1. El tamaño del pene de los hombres de raza européa es menor que el de los hombres de color
Este mito tan popular, cultivado por los autores de las novelas baratas, por creadores de películas de segunda categoría o de cine para adultos no tiene nada que ver con la verdad. El tamaño del pene depende poco de la raza a diferencia de la potencia. Los sexólogos afirman que los africanos y afroamericanos hacen el sexo más a menudo y con más agresividad que los de la raza blanca.
Mito 2. El tamaño del pene se calcula según el rostro
Otro mito se refiere a la posibilidad de medir el tamaño del pene según algunas características físicas del hombre. Los representantes de distintos pueblos destacan diferentes partes del cuerpo o del rostro. Así, por ejemplo, la gente asiática cree que los hombres cuyos dedos gordos de los pies son grandes podrían tener penes más largos. También es muy difundida la opinión sobre la relación del tamaño del pene con el de la mano. De hecho, no existe relación ninguna de la longitud del pene en estado de erección y el tamaño de la mano o del pie. Lo mismo se puede decir sobre el mito corriente entre los europeos sobre la relación del tamaño del pene con el de la nariz.
Mito 3. Después de la circuncisión el sexo es de mejor calidad
¡Es la pura verdad! Se trata de la duración del acto sexual y de la actividad del hombre durante el sexo. Después de la extirpación del prepucio el pene se hace un poco menos sensible, ya que la piel se endurece, lo que influye en la prolongación del acto sexual y hace que el hombre sea más activo para lograr máxima satisfacción. Es innegable que los hombres circuncidados presentan menos peligro para la salud femenina porque les son menos propias las enfermedades inflamatorias.
Mito 4. Una buena erección significa la ausencia de problemas con la concepción
La potencia no afecta a los índices cualitativos y cuantitativos del semen. Incluso si un hombre no puede conseguir ni mantener una erección, tiene todas las posibilidades de ser padre con ayuda de tecnologías de reproducción asistida. Al mismo tiempo, aún los hombres que normalmente tienen una buena erección tendrán problemas con la concepción si los índices de su espermograma son reducidos.
Mito 5. Un escroto grande influye en la fertilidad
Un escroto demasiado grande debería poner alerta a su dueño ya que puede servir de síntoma de una serie de enfermedades “masculinas” (varicocele, hidropesía del testículo). Y el tamaño del escroto no puede servir como indicador de la capacidad para concebir.
Mito 6. El semen puede acabar algún día
Este mito tan absurdo estipula que a un hombre se le da una cantidad determinada de eyaculaciones por toda su vida, y si hace el amor con demasiada frecuencia, el semen se le puede acabar pronto. En realidad, el esperma del hombre se produce constantemente y la edad de inicio y el final de la actividad sexual depende del nivel de hormonas sexuales y el estado de la salud.
Mito 7. Sólo las mujeres simulan el orgasmo
Las investigaciones de sexólogos demuestran que practicamente cada hombre al menos una vez en su vida ha simulado el orgasmo bajo la influencia de varias circunstancias – embriaguez alcohólica, el comportamiento inexperto de la mujer, etc. Así pues, este privilegio ha dejado de ser sólo el de las mujeres y el sexo opuesto también está asimilando la experiencia de los métodos del engaño sexual. No hace falta dar mucha importancia al mismo hecho del acto sexual. Si un hombre ha decidido tener el sexo con una mujer, no obligatoriamente significa que la está deseando. La razón puede ser una simple tensión sexual, y nada de sentirse atraído precisamente por esta mujer. Además, el sexo es una manera de comunicar, una especie de “conversación” que no significa, que el hombre encuentre muy sexy a esa mujer. Simplemente es que el hombre ha cambiado la forma de “hablar”.
Muchos investigadores han intentado determinar el tamaño promedio del pene que tiene el 95% de la población del planeta. Todos han quedado en la misma longitud aproximada de 12,7 a 16,2 centímetros en estado de excitación sexual. Aunque este dato no les satisface a los hombres: los mutantes de las pelis porno con unos “palos” de 23-25 cm no les dejan dormir tranquilos. Chicos, ¡basta de verlas! El tamaño no es el aspecto más importante del sexo. Según las encuestas sólo el 6% de las chicas han comentado que no les satisface el tamaño del pene de su novio.