En psicología clínica hay un apartado dedicado al estudio de los abrazos. Científicos de varias universidades internacionales intentan aclarar cómo el contacto físico influye en una persona.Resulta que durante el abrazo, la sangre aumenta el nivel de la hormona oxitocina que ayuda a luchar contra la depresión y el sentimiento de soledad. Además, reduce la presión arterial y por lo tanto el riesgo de enfermedades cardíacas. Con eso la presión se reduce más en las mujeres que en los hombres. Según los investigadores, las cualidades protectoras de los abrazos pueden llegar a ser una auténtica salvación para aquellas mujeres que sufren problemas cardíacos. Leer más