infidelidad

Los resultados de investigaciones recientes, realizadas por especialistas americanos, han demostrado que el número de adulterios crece si tiene lugar una situación inestable en la sociedad, por ejemplo, la crisis económica mundial. La intención de los representantes del sexo fuerte de aumentar el número de parejas sexuales en condiciones similares está directamente relacionada con el proceso de evolución y selección natural.

Un ambiente inestable es percibido por el inconsciente como un riesgo de la propia muerte. Como resultado, los hombres tienden a tener más relaciones sexuales a corto plazo para dejar más descendientes. Tienen más posibilidades de transmitir sus genes a las futuras generaciones que a su vez tendrán más posibilidades de sobrevivir en unas condiciones rigurosas.

Por el contrario, cuando el ambiente es estable, hay bastante comida, dinero, etc., los hombres prestan más atención a los hijos que ya tienen y tienden más a las relaciones monógamas. Los científicos ya habían realizado suposiciones sobre la relación entre la infidelidad y el bienestar material, basándose en que los habitantes de los países pobres inician su vida sexual mucho más temprano y su nivel de natalidad es más alto. Sin embargo, una tendencia así les es propia sólo a los hombres. Leer más

Hasta hace poco el adulterio se consideraba el argumento más sólido para romper una relación de pareja.  Sin embargo, las investigaciones científicas más recientes demuestran que un gran número de las parejas de celebrities, como por ejemplo, la del ex-presidente de los Estados Unidos Bill Clinton, que ha sido infiel a su mujer con su asistenta Mónica Lewinsky, han participado en escándalos similares. Es bien conocido que muchas mujeres que han sido víctimas del adulterio han perdonado a sus maridos y han salvado sus familias.

Según Sharlotta Fridman, una psicoterapeuta familiar que se dedica al estudio de este problema, a pesar de que la infidelidad por parte del marido siempre causa mucho daño, el próposito de muchas mujeres de no destruir sus matrimonios en la mayoría de los casos resulta correcto. Los adulterios pueden estar divididos en dos grupos. El primer grupo comprende los casos que realmente sirven de pretexto para romper el matrimonio. En el segundo grupo que es mucho más amplio encontraremos los resultados del intento de resolver ciertos problemas del matrimonio y no se trata, en ningún caso, del deseo de conseguir el divorcio. Leer más